Porqué amo la palabra de Dios

 

Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

2 Timoteo 3:16-17

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Me encontraba estudiando con una hermana en la fe (Jessica), y llegamos a esta pregunta en nuestro estudio: ¿amas la Palabra de Dios? Me quedé reflexionando lo que esta pregunta estaba proyectando a mi corazón y todo lo que podría responder a ella sinceramente; podía responder que sí por todo lo que es la Palabra, ella es Inerrante, Verdadera, Eterna y también por lo que ella es para mí, en mis propias palabras.

Entonces respondí: ¿Que si amo la Palabra de Dios? Por supuesto, puedo decirlo con un gran y firme SI; y comenzaron a pasearse por mi mente una serie de razones por las cuales amo la Palabra y lo que ella ha hecho en mi vida, y me encantaría que pudieras verlo conmigo:

• En ella he encontrado al Salvador: mi salvador (1 Juan 4:14) Tengo seguridad.

• Me he visto como en un espejo (Santiago 1:23-25) Mi necesidad de Dios.

• A través de ella el Espíritu Santo me ha dado convicción de pecado (Romanos 3:23) Muestra cual es mi condición.

• Es el manual de instrucciones dado por Dios para que yo camine en mi peregrinaje aquí en la tierra (2 Timoteo 3:16-17) Me guía.

• Me trae consuelo (Salmo 119:50) Habla a mi corazón profundamente.

• Trae paz a mi corazón (Filipenses 4:7) Me alienta.

• También me exhorta (Tito 1:9) Me corrige.

• Me enseña (Salmo 78:1) Me instruye.

• Me lleva a ser dependiente de Dios (2 Corintios 12:9) Me infunde confianza.

• A buscarle pues ellas dan Testimonio de quien es El (Juan 5:39) Puedo conocer a Dios.

• Me enseña sus estatutos y llama a seguirlos (Deuteronomio 7:9) A obedecer.

• Me muestra sus planes eternos, antes de la creación (Juan 1:3) Ver sus planes perfectos para mí.

• Cambia vidas (2 Corintios 5:17) Soy transformada.

La lista es larga y sobran las razones para amarla, valorarla y atesorarla. Es verdad que debemos escudriñarla, aprenderla y aplicarla; muchas veces cuando llegan las tormentas, pruebas o dolor, nos zambullimos en la desesperación, que va más rápido en algunas ocasiones, y nos olvidamos de que Dios está al control y en su Palabra encontramos las respuestas que nuestras mentes y corazones necesitan. Tendemos a ver el problema más grande que a Dios, pero no debe ser así, y es por eso de tan importancia conocer su palabra, para que a través del Espíritu Santo ellas traigan consuelo, paz y confianza pues Dios es Soberano y nada se escapa de su gran voluntad, El está trabajando en nosotros, y no solo en momentos de dolor, sino también de duda, desanimo, gozo, o aun en el mejor momento espiritual, la palabra de Dios es indispensable para cada uno de sus hijos, siempre lo será.

Podemos descansar en el Señor, que pensó en todo desde el comienzo, dejando su Palabra como un manual de vida, un refugio donde podemos estar guardados, aprender a ser sabios, mostrar a otros quien es El, como es El; no nos podemos basar en nuestros consejos o enseñanzas, o solo en nuestros pensamientos, debemos basar nuestros pensamientos y enseñanzas, en todo el consejo de la Palabra de Dios. Roguemos a Dios que pasar tiempo en su Palabra sea un deleite para nuestras vidas, las más beneficiadas siempre seremos nosotras mismas. Hay tantas maneras de hacerlo, pero debemos ser disciplinadas, y aunque cueste perseverar, una vez que entras en ella no querrás salir.

Anímate y dirígete a leer la biblia en orden, de principio a fin, de Génesis a Apocalipsis, sin rendirte, esto te ayudara a tener un panorama general y continuar conociendo a Dios y su plan de redención. También busca hacer estudios más profundos, por ejemplo, toma un libro de la biblia y escudríñalo a fondo, tiempo histórico, contexto, audiencia a quien fue dirigida, autor, aplicaciones. Con la ayuda de comentarios y/o de diccionarios bíblicos. Busca devocionales diarios, ellos te ayudarán a tomar todos los días ese tiempo de quietud, a ver las promesas de Dios para tu vida diariamente. Realiza estudios inductivos de la biblia, puedes escoger un capítulo o libro y hacer tres pasos de estudio, observación, interpretación y aplicación (personalmente tengo una preferencia por este).

Deléitate en su Palabra, no esperes que otros lo hagan por ti, te animo a que te pongas metas y veras como cada día crecerás en el Señor y su conocimiento, memorízala, es importante para compartir y para hablar a nuestras mentes y corazones con su verdad, y lo más importante cada día tu vida será transformada a la imagen del varón perfecto Jesucristo, así que Animo y Adelante, deléitate en su Palabra.

Andrea Reyes de Vasquez.

 
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