Un llamado a la feminidad bíblica
Vuestro adorno no sea el externo: de peinados ostentosos, joyas de oro o de vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, el cual es precioso para el Señor.
1 Pedro 3:3-4
En este tiempo, donde el feminismo y la ideología de género han tomado tanto auge en nuestra sociedad, donde cada día vamos perdiendo los valores morales con los que fuimos creados, y nos vamos desviando del perfecto diseño de Dios para hombres y mujeres, la feminidad bíblica sería una gran arma para contrarrestar todos estos movimientos sin respaldo bíblico y moral, pero desafortunadamente es desconocida por muchas mujeres aun dentro del pueblo de Dios.
¿Qué es la feminidad bíblica?
La feminidad bíblica es el diseño de Dios para nosotras las mujeres, la cual nos enseña nuestro rol en el hogar, en la iglesia y en la sociedad; al igual que los hombres nosotras fuimos creadas a imagen de Dios (Génesis 1:27) y por esa razón tenemos gran valor; contrariamente a lo que se cree en estos movimientos feministas que pelean por los “derechos de las mujeres” en una forma totalmente errónea, al creer que nuestro valor está en la igualdad al hombre en funciones, nosotras no somos llamadas a cumplir las mismas funciones que los hombres, no somos llamadas a liderar, pero si tenemos el mismo valor y representamos la imagen de Dios igual que ellos, somos distintos por diseño. Estar en contra del diseño de Dios sea por ignorancia o desobediencia lleva a una serie de distorsiones como las que estamos viviendo hoy en día.
¿Por qué se ve en nuestros días sentimientos de inferioridad y falta de valor en muchas mujeres? ¿si sabemos que tanto hombres como mujeres somos creados a la imagen de Dios y tenemos el mismo valor?
Para comenzar, estoy segura que como nos muestra la palabra todo es producto de la caída (Génesis 3), de la entrada del pecado al mundo; Dios diseñó un plan perfecto, un diseño que nos da características y enseña nuestros roles, pero a partir de la entrada del pecado, hubo una distorsión total en las mentes y corazones de hombres y mujeres.
Las mujeres fuimos creadas por Dios para servir, y nuestro diseño desde siempre y antes de la caída es el de ser ayuda (Génesis 2:18), Dios nos hizo seres emocionales, con características muy puntuales que nos hacen ser esa parte suya que muestra amor, abnegación tal y como Cristo lo hizo en la cruz, es nuestro rol servir a nuestras familias y a otros, y someternos a Dios y a su voluntad; sin embargo; nos hemos dejado invadir por pensamientos erróneos y culturales que nos alejan del verdadero plan de Dios.
Desde los años 60 hubo una gran revolución en las mentes de las mujeres, trayendo una desviación en su forma de pensar y actuar, y aunque las cosas se han ido introduciendo con los años, no podemos ocultar los cambios que esto ha traído consigo, como por ejemplo la aparición de las pastillas anticonceptivas; el aborto, legal en ciertos países etc. generando cambios en la sociedad lo cual ha llevado a las mujeres a alejarse del diseño de Dios, a crear una independencia de su creador y cada día ser más opuestas a lo que Dios hizo para nosotras, por eso vemos abusos, sentimientos de inferioridad, vemos cada vez más mujeres y aun hombres atraídos por su mismo sexo, despertando deseos sexuales contrarios y alejándose de mostrar la verdadera imagen de Dios.
Como mujeres debemos dar gracias a Dios por nuestro hermoso llamado a servir y ser de ayuda, debemos sentirnos honradas de ser mujeres creadas por Dios para representarlo en la tierra y dejar la imagen de su hijo amado a los que necesitan, mostrar su amor, su compasión, su misericordia, su paciencia, comenzando desde nuestros hogares y extendiéndolo hacia la sociedad y la iglesia, estamos llamadas a criar hijos para la gloria de Dios aunque esto vaya en contra de la cultura y compartir a otras el maravilloso diseño de Dios para nosotras, Tito 2, ESE ES NUESTRO VERDADERO LLAMADO.
Andrea Reyes de Vasquez.