SE AGRADECIDA
Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y
sean agradecidos. Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría
enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a
Dios con acción de gracias en sus corazones. Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo
en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
Colosenses 3:15-17.
Una tarde hermosa y soleada, estando en mi pasión favorita (la lectura), venía fuertemente a mi mente la palabra agradecimiento y todo lo que ello conlleva. Miraba a mí alrededor y por un instante mi corazón comenzó a enumerar en mi interior todas las cosas por las cuales estoy agradecida: mi familia, mi iglesia, mis amigos, mi trabajo, los dones, los buenos momentos, los menos buenos y todo lo que Dios ha permitido en cierta manera en mi vida.
Dejé de leer para dejarme llevar por ese sentimiento de agradecimiento (en oración) y entre más pensaba, más cosas venían a mi mente por las cuales solo puedo dar gracias a Dios. Me di cuenta cuan difícil es en ocasiones tener un tiempo de quietud, ver todo lo que Dios hace, y tener una actitud solo de agradecimiento por todas sus bondades; por el contrario, como humana que soy y tendente a la queja, lastimosamente me es más fácil ver el otro lado de las cosas (tal vez también te pase a ti).
¿Qué es ser agradecida?
Es reconocer con gracia y amabilidad un favor recibido y tener el deseo de querer corresponderlo, o como digo yo, guardar en el corazón las cosas buenas que hacen por ti, para en algún momento retribuirlas y olvidar siempre las malas.
Vamos al texto bíblico, miremos que nos enseña este pasaje: Pablo tenía la intención de dejar muy claro porque el agradecimiento es importante en nuestras relaciones interpersonales, este pasaje se encuentra justo después de que nos dice cómo era nuestra antigua manera de vivir y de aquellos que todavía viven en desobediencia en los versículos 5 y 6. Y además nos deja una lista de cosas las cuales como creyentes debemos hacer: debemos dejar la ira, el enojo, la malicia, las palabras deshonestas de nuestra boca; y por el contrario revestirnos del nuevo hombre, ser misericordiosos, mansos, humildes, pacientes, soportándonos y perdonándonos unos con otros (lee el pasaje completo).
Es importante recalcar que sin ser regeneradas, sin el Espíritu Santo de Dios morando en nuestras vidas, es imposible poner en práctica estas cosas; pero Dios en su sabiduría, dejó todo esto por escrito porque sabía que tendemos a olvidar y a tener actitudes contrarias, sobre todo las mujeres con nuestras emociones que no nos ayudan, si nos dejamos llevar por ellas, simplemente olvidamos la importancia de ser agradecidas.
Tal vez nos cuestionemos, por qué Pablo escribió esto y de esta manera, pienso que en cualquier momento nos veremos confrontadas a servir a alguien y aunque muchas veces digamos que no esperamos nada a cambio, humanamente siempre esperamos, por lo menos un poco de amabilidad de vuelta, un buen trato, una disposición a ayudarnos, etc. Pero ¿es esto correcto? ¿Cuál es la actitud que debo tener frente a esa persona? O en el caso contrario ¿soy yo quien no es agradecida?
Ser agradecidos no es algo innato, es algo que debemos aprender y ejercitar, es un hábito que se adquiere con la práctica, y un don por el cuál podemos orar a Dios. Desde niños se nos enseña, siempre nos repiten: da gracias y se agradecido.
Algo que ayuda mucho cuando viene la queja es ir a la Palabra de Dios, hay muchos versículos que nos ayudan a enfocarnos, como dice el texto de referencia la Palabra de Dios nos da sabiduría, así como también Gálatas 6:9 “No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos; segaremos”. No porque vayamos a recibir algo a cambio, sino que nuestros corazones serán encaminados, es a Dios a quien servimos, debemos hacer las cosas para su gloria, sin esperar recibir, ni ser vistos o promovidos, muchas veces es nuestro orgullo que no nos deja ver más allá.
De hecho escrito está que tu mano derecha no sepa lo hace la izquierda, no necesitas publicarlo en las redes sociales. Hazlo porque a eso estás llamada.
En segundo lugar la Palabra nos dice sed agradecidos, ¿te recuerda algo? En la Biblia vemos muchas veces, sobre todo en los Evangelios muestras de agradecimiento, una que tengo muy presente es cuando Jesús sana a los diez leprosos. Jesús no los sanó esperando algo a cambio de hecho no los tocó, solo les dijo que fueran a los sacerdotes y les dijeran que estaban limpios, (eran los sacerdotes quienes dictaminaban que alguien estaba sanado) pero de los diez, solo uno regreso; dice la Biblia, rostro en tierra agradecido, esa es una actitud de humildad y de reconocimiento.
Qué gran lección tenemos aquí, ahora no te digo que pongas rostro en tierra si alguien te sirve, pero si una actitud humilde, de reconocimiento y agradecimiento por pequeño o grande que sea el servicio, cuidar a tu hijo un día para que salieras con tu esposo, la amiga que siempre te escucha, la que soporta tus flaquezas, la que te visita cuando estas enferma, la que te llama o simplemente está ahí para ti, SÉ AGRADECIDA.
Si en algún momento de tu vida, ya sea durante una oración o en cualquier circunstancia, Su Espíritu trae algo así a tu mente, deja que ese pensamiento te lleve a ver cuán bendecida eres y cuánto
tenemos para agradecer. Seguro verás cosas de las cuales antes no te dabas cuenta. No te canses de hacer el bien, escríbelo y pégalo en tu casa, este recordatorio te ayudará a servir con mucho amor aun dentro de tu hogar, iglesia o trabajo.
Pídele a Dios que te ayude a tener la misma actitud de Cristo, hacer todo para la gloria de Dios y sin esperar nada a cambio.
Sé agradecida y si no puedes retribuir lo que has recibido, la oración es el mejor regalo.
Que la Palabra de Dios abunde más y más en ustedes y que todo lo que hagamos sea siempre con un corazón agradecido.
Andrea Reyes de Vasquez.